Articulo de Opinión / Autora: Joanna Villarreal
Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres es el Objetivo 5 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas. El propósito es lograr que más mujeres se inserten al mercado laboral cada día y que además reciban igual pago al que recibiría un hombre si estuviera en ese puesto. Sin embargo, desde inicios de la pandemia se ha notado un nuevo fenómeno para lo cual se han analizado las cifras de deserción laboral, identificando que se trata de las cifras más altas en los últimos tiempos.
En este sentido, se ha concluido que las mujeres son las que más se han visto forzadas a dejar sus trabajos para dedicarse a labores de cuidados de familiares, ya sean sus hijos o algún adulto mayor. En todos los foros internacionales que tratan este tema, se menciona como algo preocupante que requiere de acciones inmediatas. Sin embargo, ¿qué hacen los empleadores por evitar que suceda? El hecho que las mujeres deban elegir entre el cuidado de sus hijos y su trabajo remunerado, que en la mayoría de los casos les apasiona, es de analizar.
Desde que inició la pandemia, se implementaron modalidades como el teletrabajo que ayudó a seguir trabajando y produciendo, pero a la vez cuidando la vida de las personas al no exponerlas saliendo de sus hogares. Esta modalidad ayudó a que las mujeres tuvieran la oportunidad de pasar más tiempo en casa con sus hijos, ya sea porque los podían ver durante el día, como por el tiempo que ahorraban al no tener que trasladarse a sus lugares de trabajo. Este tiempo extra se le podía dedicar a la familia.
Sin embargo, otras mujeres no han encontrado comprensión de parte de sus empleadores teniendo que tomar la dura decisión de abandonar la fuerza laboral. Es por esto que es imperativo reforzar una política pública de igualdad de oportunidades para las mujeres mediante la concientización de los ambientes laborales a fin de crear medidas que respondan a las necesidades de las mujeres, basados en principios de solidaridad en el marco de una pandemia sin precedentes.
Las mujeres podemos hacer muchas cosas a la vez y bien hechas. Se trata de apoyar la reinserción al mercado laboral de mujeres con hijos o de apoyar a mantener a mujeres en sus puestos brindándoles ayuda mediante diversas opciones.
Puede ser a manera de flexibilización de horarios laborales, siempre cumpliendo con la totalidad de horas semanales establecidas por ley en cada país, ya sea en modalidades de teletrabajo o un híbrido. Estas consideraciones harán que las mujeres vuelvan a sus trabajos e inclusive que sean más productivas, lo que traerá resultados muy positivos para la recuperación económica del mundo post COVID-19.
Una reciente publicación de la Comisión Interamericana de Mujeres nos indica que no considerar un enfoque de género durante la pandemia, profundizará las desigualdades con efectos que se prolongarán en el largo plazo y serán difíciles de revertir.