La Cámara de Comercio Industrias y Agricultura compartió un comunicado donde expuso que próximamente, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) dará a conocer el crecimiento de la economía en 2021, el cual esperamos será cercano a nuestra proyección de 13.8%. Sin embargo, esto no significa una recuperación por igual para todos los sectores ni en todas las regiones del país; de ahí la urgencia en ejecutar las acciones de reactivación que permee a nivel nacional.
Cuando se analiza esta situación, se observa que los propulsores de dicho crecimiento son, principalmente, vinculados al sector externo como la logística, el transporte, las actividades conexas al Canal de Panamá y las relacionadas a la mina de cobre. En cambio, los grandes generadores de empleo, algunos vinculados al sector interno de la economía, como el comercio, la construcción, turismo y actividades conexas, siguen rezagados, en especial las micro, pequeñas y medianas empresa (MiPymes). En otras palabras, la reactivación no ha sido homogénea y, como consecuencia, el nivel del desempleo, la informalidad y subsidios, es preocupante.
Esta realidad hizo que tanto el sector privado como el público nos sentáramos alrededor de mesas de planificación como fueron la Mesa de Reactivación Público Privada y el Pacto Bicentenario, por mencionar algunos; a pesar de esto el Gobierno Nacional ha mostrado poca capacidad de ejecución.
En este sentido, por ejemplo, en el sector construcción existe un retraso inexplicable en las cuentas por pagar a contratistas. La Contraloría General de la República debe cumplir con su rol de fiscalizador, pero sin que se convierta en un ralentizador de la actividad. Al tiempo que, es necesario que el Estado reactive los proyectos públicos y acelere la ejecución de aquellos que están en proceso.
Por otro lado, la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP) tiene que ejecutar el Plan Maestro de Turismo Sostenible; mientras que, le corresponde al Fondo de Promoción Turística (PROMTUR Panamá) ejecutar la campaña internacional, arropándonos bajo un “¡Panamá que vive por Más!”. Todo lo demás crea cacofonía y confusión. Además, debe entrar en ejecución cuanto antes el fondo de garantía por US$300 millones con participación del Gobierno, la banca privada y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con el fin de refinanciar créditos y otorgar nuevos préstamos para esto sector.
Entre tanto, estimamos de trascendencia el apoyo a las MiPymes mediante un fondo de riesgo compartido multisectorial, dinamizando la liquidez en el sistema bancario. De esto depende el sustento de cientos de familias panameñas.
2022 es el año en que debemos asumir los importantes retos que tenemos como nación; esto solo es posible si pasamos de las palabras a los hechos, mediante una ejecución certera que nos permita la recuperación de los empleos que impacte la vida de todos, a lo largo y ancho del país. Esta es nuestra obsesión.