Desde hace semanas la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá ha planteado que la pandemia de COVID-19 es un tema complejo, multidimensional, con afectaciones visibles y a la vez impredecibles. Inicialmente, hubo implicaciones de salud propias atendidas por quienes por formación conocen de estos delicados asuntos. Se suman las afectaciones económicas propias de las empresas y sus colaboradores, el hacer frente a las responsabilidades en los compromisos individuales, con proveedores, y con el Estado. Amén de las necesidades familiares que tenemos todos los panameños en nuestro quehacer diario. De igual manera, existen cientos de panameños vulnerables, antes de la pandemia y ahora más frágiles producto de ella. Todo esto, amerita una planificación integral que contemple el balance entre la salud, la economía y el bienestar social.
Gracias al solidaridad de los panameños durante estos dos meses de cuarentena, logramos reducir la velocidad de propagación del virus; sin embargo, durante este tiempo debía planificarse la respuesta del sistema de salud para el proceso de reapertura gradual y asimétrico; así como, el regreso paulatino a las actividades cotidianas sin que este colapse. Este objetivo no se ha logrado.
Si bien la ciudadanía ha demostrado conciencia en el uso de mascarillas y medidas de higiene y las empresas se han preparado acorde a los lineamientos establecidos por las autoridades de salud, el aumento de casos positivos confirmados en esta semana responde a datos de catorce días atrás, con lo cual podemos deducir que, previo a que se levantaran las medidas de restricción de movilidad, muchos ciudadanos salieron a buscar el sustento económico para cubrir sus necesidades básicas.
En el entorno socioeconómico latinoamericano, incluyendo el panameño, la informalidad representa un componente importante de la economía; por lo que, debemos señalar que, revisando los experiencias positivas de otras latitudes, una reapertura gradual y asimétrica debe ir acompañada con un plan efectivo de aplicación de pruebas, que tome en cuenta a este sector y permita encontrar y aislar a casos positivos de COVID-19 e identificar asintomáticos, proceder con la trazabilidad de los contactos, aplicarles pruebas y aislarlos, especialmente en los corregimientos donde se registra el mayor índice de contagio. Esta estrategia proactiva y ágil, ha funcionado de manera satisfactoria en otros países, por el contrario, una cuarentena general extendida sin estas medidas pierde efectividad sanitaria en el tiempo y profundiza la crisis socioeconómica consecuencia de la pandemia.
La planificación de salud debe darse con un acompañamiento social que vaya más allá de las primeras medidas puntuales de entrega de bolsas y bonos solidarios. Estos pasos iniciales aún los vemos con deficiencias, cuando observamos que existen trabajadores que producto de la situación económica sus contratos laborales han sido suspendidos, pero aún no reciben el apoyo gubernamental prometido. Empero, de no conocer un plan de reactivación económica que acompañe el proceso de reapertura gradual de las empresas y reactivación de los empleos, generando un ambiente de incertidumbre. Enfatizamos la necesidad de conocer más que medidas económicas aisladas, un verdadero plan que evalúe todos los sectores productivos del país con sus realidades y necesidades inmediatas a fin de poder definir acciones que los apoyen en este nuevo inicio.
Encontrar un balance en momentos como estos no es tarea fácil, Panamá necesita de la conciencia y responsabilidad de cada uno de sus habitantes, es la hora de llamar a todos los componentes sociales, políticos y profesionales sin ningún distingo a aportar ideas que nos permitan salir adelante. Al tiempo que, se requiere de un liderazgo multidisciplinario con visión de Estado, que integre tanto el aspecto de salud en esta etapa de la pandemia como, el aspecto socioeconómico producto de la situación sanitaria.
En la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, la máxima prioridad es la salud pública y el equilibrio socioeconómico de todos los habitantes del territorio nacional, por lo que seguiremos apoyando en todo cuanto sea necesario para superar esta crisis juntos y recuperar, entre todos, las posibilidades plenas de nuestro Panamá.