En el marco del Día Internacional de las Lenguas de Señas que se celebra el 23 de septiembre desde el año 2018, instaurado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Academia Panameña de la Lengua de Señas (APALES), organización pionera en la formación de toda persona, institución o empresa; ya sean oyentes o sordos en el uso de la lengua de señas, refuerza su compromiso y voluntad de superar las barreras lingüísticas-culturales existentes, y juntos hacer de Panamá un país más inclusivo.
Desde hace 4 años, lo que empezó como un sueño en la mente de Javier Obaldía, una persona sorda que deseaba una completa inclusión en Panamá, concretándose en tiempos de pandemia tras un arduo esfuerzo y trabajo constante, APALES hoy día es la primera empresa privada nacional dedicada a la enseñanza de la LSP (lengua de señas panameñas) impactando a más de 4,000 familias entre niños, jóvenes y adultos de todas las edades y profesiones, brindando un sin número de capacitaciones y talleres de LSP para continuar la lucha de derribar cada vez más las barreras que existen entre la comunidad sorda y oyente panameña.
“La comunidad sorda panameña tiene una voz que quiere ser escuchada, y es deber de todos y cada uno de nosotros velar porque así sea. Llegar a esa equiparación de oportunidades, el reconocimiento de la LSP como lengua natural de los sordos panameños y a la aceptación de la diversidad cultural y lingüística de las mismas, reconociendo su cultura y cosmovisión”, destaca Javier Obaldía, Director de la Academia.
APALES, invita a la ciudadanía en general a ser agentes de cambio multiplicadores de lo que es la comunidad sorda y lo diversa que es su cultura, tradiciones y costumbres propias. En la actualidad, la academia ha creado diferentes cursos y programas en modalidades presencial y virtual en tres niveles: básico, intermedio y avanzado, donde se enseña desde cero todos los aspectos de la lengua de señas panameñas como el alfabeto manual, números y otros; conceptos como comunidad sorda y persona sorda; expresiones de uso cotidiano; construcción de oraciones y enunciados más estructurados, vocabulario especializado como legal, salud y religioso, hasta la profundidad de la gramática de la LSP e introducción a la traducción e interpretación de lengua de señas.