Aunque Panamá presenta un mercado financiero relativamente bien desarrollado, para 2017 la brecha de financiamiento del sector Mipyme era de US$ 21 mil millones -equivalente al 41% del PIB-, otorgándose solamente un quinto de lo demandado.
El financiamiento a Mipymes representa únicamente el 26% de la cartera del sistema, ubicando a Panamá entre los cuatro países de ALC con mayores restricciones al crédito para Mipymes.
Ante los efectos de la pandemia del COVID-19, la situación económica agravó los desafíos para la viabilidad de las Mipymes y su acceso a fuentes de financiamiento, deteriorando su situación financiera y en consecuencia su capacidad para hacer frente a sus obligaciones.
En un esfuerzo por estimular la liquidez de corto y mediano plazo a las Mipymes afectadas por la crisis, Panamá, con el apoyo del BID, aprobó el Programa Global de Crédito para la Defensa del Tejido Productivo y el Empleo por US$ 150 millones. Este programa contribuirá a disminuir las restricciones de acceso a crédito que enfrentan las Mipymes apoyando así su supervivencia durante la crisis.
Esta apertura de crédito al sector permitirá preservar los empleos que genera, lo que a su vez minimiza la carga sobre los sistemas de protección social y maximiza la velocidad de recuperación económica una vez sea superada la emergencia sanitaria. Los recursos están enfocados a los sectores más vulnerables de la economía panameña, como por ejemplo el sector agropecuario y su cadena de valor.
Este sector emplea el 14% de la población activa, con casi 257 mil empleos directos -afectando de forma integral a más de 1,5 millones de personas, equivalente al 36% de la población total del país, de los cuales el 80% son pequeños productores. El sector es especialmente crítico para la seguridad alimentaria y la equidad de la sociedad panameña, ya que la mayoría de las actividades se llevan a cabo en las zonas rurales con brechas de ingresos de hasta un 41%. Sin embargo, el programa también apoyará otros sectores afectados por la crisis, incluyendo el turismo y la industria.
En total, la intervención dirigirá sus recursos a más de 5,700 Mipymes, tanto las afectadas por la crisis del COVID-19 como aquellas dentro de cadenas de valor estratégicas, que se integran al sector comercio y servicios, por su grado de vulnerabilidad frente a la crisis.
Los recursos, canalizados a través del Banco Nacional de Panamá, entidad bancaria al servicio del Estado panameño, han beneficiado a la fecha a más de 1,900 Mipymes del sector agropecuario, comercio, servicios, entre otros, para evitar quiebras de empresas viables y contribuir con financiamiento productivo de mediano plazo a la recuperación económica.
En 2021, el Banco continuará apoyando el esfuerzo del país para oxigenar el tejido productivo panameño, a través de un segundo programa de crédito de apoyo a las Mipymes, que además de continuar su financiamiento a la recuperación, fortalecerá su enfoque en las áreas transversales de desarrollo, en términos de género, sostenibilidad ambiental y digitalización.