Panamá entre las primeras 38 naciones con mejor calidad de infraestructura

Escrito por Redacción Istmo

En agosto 15, 2018
Así quedará el proyecto de ampliación a 8 carriles, Tramo: Puente de Las Américas – Arraiján.

Los países de la región centroamericana, a excepción de Panamá, figuran entre las economías con la peor infraestructura del planeta, en el ranking del Índice de Competitividad Global 2017, del Foro Económico Mundial (FEM), por factores como la ineficiente e insuficiente inversión, una mala planificación y gestión de la infraestructura, la baja capacidad de ejecución de proyectos y la concepción antigua de que el papel de Estado debe ser el de encargarse de planificar, ejecutar, administrar y regular la infraestructura de los países.

Panamá se aleja de esta realidad al colocarse en el puesto 38 del ranking que estudió 137 países, contando con una calidad de infraestructura entre las mejores de América Latina, principalmente porque es de los países de Centroamérica que más recursos invierte en infraestructura y donde el sector privado más recursos invierte en este sector.

La infraestructura es la piedra angular del bienestar económico y social de un país, ya que sustenta el transporte eficiente de personas y productos; suministra servicios esenciales como agua, saneamiento y electricidad; provee espacios para la educación, salud y funciones judiciales y hace posible el comercio, el entretenimiento y el ocio. Siendo así, el nivel de calidad de vida de los habitantes en un país, gira en torno al nivel de calidad de infraestructura con el cuente.

“Muchas veces se nos olvida que la inversión en infraestructura no solo conlleva importantes ahorros en gasto de combustible, contaminación y tiempo de la ciudadanía, sino que también produce un importante efecto en el crecimiento económico a largo plazo. Panamá se ha posicionado como una de las economías más competitivas de Centroamérica, incluso se coloca entre las más importantes de Latinoamérica”, explicó Luis Artavia, Socio Director de Transacciones de EY.

Un reciente análisis de EY apunta a que la infraestructura puede ser mejor en los países con alianzas público-privadas (APPs).  Una APP, es un acuerdo de largo plazo entre el Sector Público y un Inversionista Privado, para la construcción de obras o  la prestación de servicios, en el cual el Inversionista Privado asume un rol importante en la administración y mitigación de los riesgos del proyecto y en donde el pago al inversionista está ligado al cumplimiento de predeterminados estándares de servicio.

Para Gustavo Ortiz, Director de infraestructura para EY Centroamérica y República Dominicana, en Panamá desde hace años se discute la necesidad de contar con una Ley de APP en el país, pero no se ha logrado consenso aún.

“A pesar de no contar con una ley de APP, ni una unidad de APP, Panamá ha logrado contar con una de las infraestructuras más competitivas de la región. Indudablemente los recursos que genera el canal, le permiten al país poder invertir fuertemente en proyectos de infraestructura y el país ha tenido el acierto de saber apostar fuertemente por la inversión en infraestructura, impulsando fuertemente su crecimiento económico”, comentó.

Los expertos coinciden en que, aun así, las grandes inversiones que requieren los nuevos proyectos de infraestructura en cartera, y problemas presupuestarios, han hecho que recientemente se frene la construcción del cuarto puente sobre el canal de Panamá.  Este proyecto podría ser perfectamente financiado por parte del sector privado, total o parcialmente por medio de una APP.

Es importante recordar que las APP, no solo proveen recursos del sector privado para el financiamiento de infraestructura, permitiendo al Estado poder usar sus ingresos para financiar otros proyectos que tal vez no podrían ser financiados por el sector privado, sino que también aportan la innovación y eficiencia del sector privado en la planificación, diseño, construcción, operación y mantenimiento de infraestructura.

En los últimos años la participación privada en la inversión de infraestructura en Latinoamérica ha representado un 40%, donde las Asociaciones Público-Privadas cada vez juegan un papel más relevante para la participación del sector privado en el diseño, construcción, financiamiento, operación y mantenimiento de infraestructura.

El avance en la calidad de la infraestructura que presentan países como México, Colombia, Perú, Chile y Brasil, se debe en gran parte a que han podido diseñar modelos exitosos de APPs para la participación privada en el suministro de infraestructura.


Redacción Istmo

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