Cinco jóvenes panameñas fueron beneficiadas con el programa Voces que Inspiran, un espacio para impulsar la equidad de género y contribuir con el desarrollo de una sociedad más justa.
En esta segunda edición del programa que llevan a cabo Procter & Gamble (P&G) y la ONG internacional enfocada en el desarrollo y la capacitación de mujeres líderes Voces Vitales, las jóvenes panameñas compartieron un espacio de mentoría con expertas en el desarrollo de proyectos sociales y se nutrieron de la experiencia de otras chicas de la región que al igual que ellas desean promover un cambio positivo en sus comunidades.
Carolin Carson y Thays Parfait, de Ciudad de Panamá; Luisa Castillo de Boquete; Kimberly Martínez de Panamá Oeste y Ariaxna Vásquez de la provincia de Veraguas, trabajaron a través de sesiones virtuales durante 4 semanas durante la primera etapa del programa, en la cual recibieron capacitación en liderazgo, planificación financiera y estratégica; herramientas clave para una adecuada comunicación y lineamientos para crear redes de apoyo. Estas jóvenes entre 18 y 25 años demostraron sus capacidades para liderar proyectos locales de impacto social en las áreas de medio ambiente, empoderamiento de la mujer, salud e higiene, derechos humanos, entre otras y ahora podrán solicitar subvenciones individuales para apoyar sus proyectos de impacto social en sus comunidades.
Carolin Carson es una joven panameña, estudiante de derecho en la USMA, que ha llevado a cabo ambiciosos proyectos por los derechos humanos. “El programa Voces que Inspiran ha sido maravilloso, he podido compartir mi experiencia y he logrado estructurar mi proyecto “Nimu” con el cual continuaré apoyando con talleres para mujeres privadas de libertad, campañas para refugiados en tránsito por el país, atención a menores privados de libertad, talleres para niños con necesidades educativas especiales, charlas para padres sobre los derechos del niño, y talleres intensivos de liderazgo para mujeres”, comenta Carson. Además, la preparación recibida le ayudará a establecer alianzas que le permitan seguir aportando a poblaciones en estado de vulnerabilidad.
Otra de las panameñas participantes en el programa es Luisa Castillo, estudiante de medicina en la Universidad Autónoma de Chiriquí. “Yo trabajé en un proyecto que me permite acercar la atención de la salud a las personas, principalmente a mujeres y niños, que se encuentran en áreas remotas como las fincas indígenas”, así Castillo espera contribuir al acceso universal a la salud.
Kimberly Martínez estudia Desarrollo de Software, en la Universidad Tecnológica de Panamá, y es miembro activo de la Asociación Viviendo Positivamente. Esta joven universitaria está convencida de que es fundamental lograr un cambio positivo en las comunidades más necesitadas. “Para mí es muy importante trabajar por los derechos humanos de las personas directa e indirectamente afectadas por el VIH”, explica. Los jóvenes debemos interesarnos en temas relacionados con el feminismo, la desigualdad, y crear ejes de trabajo comunitario con niños, adolescentes y otros jóvenes, agrega.
El tema del empoderamiento de la juventud afroamericana también tuvo su representación en el programa Voces que Inspiran. Thays Parfait, estudiante de la Universidad de Panamá y miembro activo de la Red de Jóvenes Afropanameños comenta que su trabajo social busca generar espacios para la reconexión y recuperación de la historia afropanameña.
“La formación que hemos recibido durante estos meses nos ha permitido mejorar nuestros proyectos particulares y en mi caso he logrado plasmar un plan de acción que me permitirá promover el desarrollo integral de las mujeres afrodescendientes en las competencias específicas que necesitarán para desenvolverse con éxito en los ámbitos personal, económico, social, cultural, político y espiritual a través de mi proyecto denominado: Hijas de Alkebulan”, añade Parfait.
Por su parte Ariaxna Vásquez, licenciada en Psicología deja en claro que esta experiencia de ser parte de una red de mujeres que trabajan por el objetivo común de influir desde cualquiera de las áreas del saber ha sido increíble. Vásquez comenta que “ver como otras jóvenes en países como Argentina, Brasil, Costa Rica, Guatemala y México tienen los mismos intereses y preocupaciones que tenemos en Panamá y desarrollan experiencias similares a las nuestras nos hace sentir que podemos tener un alcance verdaderamente global”. Su proyecto comunitario busca promover la participación femenina en la investigación científica y creación de contenidos, para contribuir a reducir la brecha de género existente y Voces que Inspiran ha sido clave para centrarse en sus objetivos y darle cuerpo a ese cúmulo de experiencias que desde hace unos años viene trabajando.
Ana Lucía Escobar, forma parte de la red de Voces Vitales y es la mentora de estas panameñas. Durante la experiencia jugó un papel fundamental pues trabajó colectiva e individualmente con las participantes para alcanzar su fortalecimiento y empoderamiento como jóvenes. “Nuestra tarea es aportar a través de los talleres, espacios y actividades que logren maximizar la interacción que es la mejor manera para aprender, que adquieran las competencias necesarias para presentar un proyecto robusto financiera y conceptualmente y que tomen conciencia de la importancia de trabajar en red para lograr mayor alcance y expansión”. También le acompañan en este rol de mentoría Yannia Visuetti y Gabriela Osorio, participantes de la primera edición del programa, quienes ahora apoyan como mentoras junior.
El llamado de Rhina Álvarez, directora de Comunicaciones para P&G Panamá, es a que muchas jóvenes puedan aprovechar este programa y el fondo financiero previsto para los proyectos trabajados por las chicas a través de Voces que Inspiran. Este programa tiene como objetivo influir directamente en la sociedad a la vez que responde a la premisa de P&G de alcanzar la equidad especialmente en estatus, derechos y oportunidades. “Se trata de brindar acceso, oportunidades e inversiones que crean un entorno justo y equitativo para que todos prosperen y es este tipo de iniciativas las que evidencian nuestro compromiso de construir un mundo mejor y libre de sesgos de género”, concluye Álvarez.
El programa consta de tres etapas en total, la primera que ya se realizó; la segunda etapa: que está en pleno desarrollo, en la cual las chicas se reúnen por país, preparando la documentación para las subvenciones que se entregarán a finales de septiembre; y una tercera en la cual se efectuarán mentorías virtuales mensuales y una reunión presencial (si es posible) para darle seguimiento a los proyectos hasta fin de año.